Lago Titicaca en Puno

Hablar del Lago Titicaca es ingresar un mundo lleno de misterio, mito, leyendas y de encanto. No en vano aquel es considerado una Pacarina por el mundo andino, lo que, en lenguaje más común, podría traducirse como un “Lugar de Origen” y por lo tanto Sagrado, espacio desde el cual, según el libro del Inca Garcilaso de la Vega, habría provenido la primera pareja de incas que formarían el poderoso Tahuantinsuyo: Manco Cápac y Mama Ocllo.

Fuera del mito, el Lago Titicaca es un importante reservorio de agua que presenta una superficie total de 8,562 kilómetros cuadrados que alcanza una profundidad máxima de 185 metros y en cuyas aguas es posible hallar variedades de animales como 18 tipos de caracoles; 22 tipos de moluscos, 29 variedades de peces, 21 tipos de anfibios y una variedad de 28 especies de aves, incluyendo una especie endémica conocida como el zambullidor del Titicaca.

En este lago es posible hallar diferentes islas, 42 de las cuales son naturales y seis son artificiales, últimas que, forman el complejo de las Islas de los Uros. De las Islas del Titicaca las más visitadas son la de Amantaní y la Isla de Taquile, famosas por la conservación de varios rituales andinos en su territorio, mismos que son llevados a cabo en centros ceremoniales preincaicos que se encuentran en su perímetro.

El Titicaca es considerado uno de los lagos más altos del mundo. Entre las actividades que se pueden realizar en él se encuentran la navegación a través de sus extensas aguas, que permite el arribo a la diversidad de islas que presenta; otra actividad que se puede realizar en él es la pesca, en especial de truchas y del pejerrey, y una copiosa cantidad de peces más. En el lago también se puede nadar, aunque se tiene que tener en cuenta que la temperatura del agua suele variar según la zona, por lo que si uno no está acostumbrado al frío opte por sumergirse no en medio de la navegación sino desde una de sus playas como el caso de Playa Huayllano o Collata en Isla Taquile, cuya temperatura del agua es de 14ºC. Cuenta el mito que sumergirse en las aguas de este lago-pacarina, es una experiencia única que brindará a quien lo haga una carga de energía, por lo que este se sentirá notoriamente renovado.

¿Sabías que?

El lago Titicaca es el lago navegable más alto del mundo a más de 3,800 metros sobre el nivel del mar!
La gente local habla su propio idioma en las islas (no español o quechua)
Las islas de Taquile y Amantani son tan lejanas que solían ser usadas como prisiones de alta seguridad durante el dominio español en Perú.
Más de 25 ríos desembocan en el Lago Titicaca
El 56% del área del lago le pertenece a Perú y el 44% pertenece a Bolivia.
De acuerdo con la leyenda Inca el Dios principal, Inti (Dios Sol), vivía en una de las islas en el lado boliviano del lago, Isla del Sol. Aquí él creo a su hijo e hija, Manco Capac y Mama Ocllo, los primeros Incas quienes más tarde viajaron al norte para fundar Cusco en el centro de lo que sería el Imperio Inca.!

Que traer al Lago Titicaca:

Mochila pequeña
Agua
Bloqueador solar – Muy importante
Gorro, lentes de sol
Casaca, polera o chompa abrigadora (IMPORTANTE) – La temperatura puede llegar a los -10 ̊ C.
Básicos como papel higiénico, etc
Snacks
Medicamentos personales (si es necesario)
Dinero para comprar bebidas, snacks o dar propina
Cámara
Si está haciendo el tour de dos días, lleve una pequeña bolsa con cosas de aseo personal.

Cómo visitar el lago Titicaca peruano: islas Uros, Taquile y Amantaní

Qué ver en las islas Uros

Las Uros son unas 80 islas artificiales, que suelen ser la primera parada al visitar el lago Titicaca. Se cree que sus habitantes son los más antiguos de la zona, y que eran nómadas que llegaron desde Bolivia. Si construyeron estas islas, hace más de 500 años, fue para protegerse de quien estaba en tierra firme: primero los incas y luego los españoles.

Hoy, viven en las islas Uros unas 2000 personas. Hablan aymara y aprenden español en la escuelita, que está en una de las islas. En cada una hay entre 5 y 10 familias y un “presidente”, que suele ser el único hombre, pues el resto van a trabajar a Puno o, incluso, a los suburbios de Lima. No todas las islas están habitadas.

Las Uros fueron, y son, construidas por sus propios habitantes con totora, una especie de junco. Según nos explicaron, se tarda más o menos un año en hacer cada una, capa a capa, y suelen durar unos 30-40 años. También utilizan la totora para sus barcos… ¡e incluso se come! Yo la probé, y la verdad es que me supo a poco.

Experiencia en las islas Uros

Después de una demostración de cómo utilizan la totora, una familia te enseña su casa y te invita a ponerte sus ropas típicas. Luego te ofrecen comprar alguna de sus artesanías… y, claro, se han portado tan bien contigo que te sientes hasta mal si no lo haces… Nosotros nos llevamos una funda de cojín. Luego, toca el paseo en barca de totora “opcional” por 10 soles, hasta una isla que tiene un restaurante para turistas y baños (1 sol).

A nosotros nos pareció interesante saber cómo construyen las islas, pero el resto del tiempo nos sentimos como en un parque de atracciones, y hasta incómodos, con el símbolo del dólar en la cabeza. Afortunadamente, es el único sitio del estilo por el que vas a pasar al visitar el lago Titicaca.

Qué ver en la isla Amantaní

La isla Amantaní es prácticamente circular y su área es de algo menos de 10 kilómetros cuadrados. Allí viven unas 3600 personas, divididas en comunidades, que hablan quechua pero étnicamente son aymara. Su punto más alto está a 4060 metros sobre el nivel del mar.

Amantaní está, en línea de aire, a 38 kilómetros de Puno, y muy cerca de la península de Capachica. Nosotros tardamos alrededor de 3 horas en llegar a Amantaní desde las Uros. Al ser la isla más remota, no todos los tours pasan por allí al visitar el lago Titicaca… y, precisamente por eso, nosotros decidimos quedarnos allí, ¡y no podíamos haber elegido mejor!

En la isla vas a ver muchas terrazas de cultivo, que igual te recuerdan al Valle Sagrado. Los habitantes de la isla son prácticamente vegetarianos y cultivan, sobre todo, patatas y quinoa. Ya verás también que hay muchas llamas, que son, también, las mejores amigas de los niños de la isla, que las ponen nombre y todo. También trabajan los tejidos, aunque no sean tan famosos como el de sus vecinos.

Experiencia en la isla Amantaní

Nuestra visita a Amantaní empezó comiendo en casa de nuestra encantadora familia. Después, bajamos al centro de pueblo donde estuvimos viendo cómo tejían y cómo se muele la quinoa para hacer harina. Andrea incluso se animó a probar. Luego estuvimos un rato en la escuela, ¡y nos lo pasamos pipa! Los niños del Titicaca son preciosos y súper tranquilitos.

Después vino el plato fuerte. En Amantaní hay dos montañas: Pachatata y Pachamama. Sus nombres significan “padre cielo” y “madre tierra”, respectivamente. Nos tocó elegir a cuál queríamos subir, y nos quedamos con la segunda. Son unos 45 minutos que se hacen un poco durillos (si tu forma física es tan mala como la mía, claro)… ¡pero hay vistazas!

Arriba del todo hay unas ruinas incas. Se dice que si das tres vueltas en el sentido contrario a las agujas del reloj se cumple tu deseo… así que allí fuimos, que hay que probarlo todo, ¿verdad?

Desde la Pachamama pudimos, también, ver el atardecer, ¡y fue uno de los más increíbles de nuestra vida! El ambiente era mágico por los colores, el silencio, un aire limpísimo… aunque, evidentemente, también fue el momento donde más turistas vimos. La bajada es rápida y muy sencillita… ¡y totalmente a oscuras!

Para acabar el día, ¡nada mejor que una fiesta! Nuestra familia nos dejó ropa y bajamos a bailar y a tomar algo a su local social. No nos esperábamos esta fiesta tan chula, y es que hay música en directo, cerveza y súper buen rollo, tanto con lugareños como con guiris. ¡Nos lo pasamos pipa!

Qué ver en la isla Taquile

La isla Taquile es estrechita y alargada, y ocupa unos 6 kilómetros cuadrados. Está a casi 4000 metros sobre el nivel del mar. Sus 2.200 habitantes, aproximadamente, son de etnia y lengua quechua.

Está a unos 36 kilómetros de Puno, que en barco son unas dos horas. Desde Amanataní, nosotros tardamos, más o menos, 3 horas.

Cuando vayas a visitar el lago Titicaca, te darás cuenta de que Taquile es mucho más turística que Amantaní, pero menos que las Uros. Hay varios restaurantes, aunque todos tienen el mismo menú y los mismos precios, para que no haya diferencias sociales.

El arte textil de la isla Taquile está reconocido por la Unesco, y se dice que es el mejor de Perú. Quienes tejen son los hombres, que deben empezar a aprender desde niños, y esta habilidad les ayuda a la hora de pedir matrimonio a la chica que les guste. Ya verás que todos los hombres llevan sus gorritos y sus bolsitas para la hoja de coca. En la plaza del pueblo hay un mercadito donde puedes comprar, a precio fijo, las artesanías que te parezcan. Allí tienes la garantía de que todo es hecho a mano y que estás colaborando con la comunidad, pues tienen un sistema que garantiza que nadie va a ganar más que el resto. En el mismo mercado hay una azotea con muy buenas vistas.

Experiencia en la isla Taquile

La visita a la isla Taquile suele comenzar con una subida del puerto a la plaza. No vamos a mentir: se hace un poco durillo, sobre todo si hace sol. Aun así, las vistazas son impresionantes, pues vas a tener el Titicaca a tus pies… ¡a nosotros nos recordó al Mediterráneo! Una vez en la plaza, te vas a sentir como en “cualquier pueblo”. Tiene, además del mercado de textiles, ayuntamiento e iglesia, aunque nosotros los pillamos cerrados.

Después del “paseíto”, toca comer. En el restaurante de Moisés pudimos ver una demostración de cómo tejen esos gorritos para que ni el agua pase, y de cómo lavarse con una planta local. Yo probé, y la verdad, es que te deja las manos limpias y suaves, ¡apúntate! Allí, además, comimos la mejor trucha del mundo ¡por solo 20 pesos (unos 5’5€)! con guarnicion y bebida.

Para completar la visita a Taquile, hay que ir al puerto del otro lado de la isla.Aunque hay que bajar tropecientos escalones, las vistas se difrutan y, además, hay varias puertas preincas por el camino, ¡perfectas para tus fotos!

Mejores excursiones a las islas del lago Titicaca desde Puno

Aunque se puede visitar el lago Titicaca por libre desde Puno, hacerlo con una excursión es más seguro, fácil y rápido.
Te dejamos por aquí las más valoradas, con diferentes opciones de ruta, actividades y duración. ¡Seguro que encuentras lo que estás buscando!